Los comienzos siempre son difíciles, pero hoy, último día de clase, miro hacia atrás y puedo decir que ha sido uno de los mejores años profesionales que he tenido y eso ha sido sobre todo gracias a mis belugas.
Por todas las experiencias, por ser un grupo tan activo y con tantas ganas de explorar, por tener unas familias tan abiertas a compartir la experiencia del aprendizaje, por las risas, los llantos, los besos y los abrazos, y por ser tan bonitos.
¡GRACIAS A MIS PEQUEÑAS BELUGAS!
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